Esa época de la que nadie habla, pero que todo el mundo recuerda… hormonas a mil, ojeras de oso panda, lactancia materna a demanda… a demanda significa para alimentar, para calmar, para dormir… y volvemos a empezar!
Se echa de menos el tiempo para una misma, el autocuidado, el descanso… te sientes culpable cuando tu otro hijo te reclama, y le tienes que volver a decir: “un moment”, y te mira con cara de fastidio pensando “un altre cop”.
Y luego los miras, y sabes que vale la pena, y que es importante gestionar bien esta etapa, porque por suerte será pasajera, y a pesar de toda la bomba de sentimientos, lo estás haciendo lo mejor que puedes, y tus hijos, por los que haces todo, no te juzgarán ni por las ojeras ni por el grito que a veces se puede escapar, a ellos, al fin y al cabo, no les importará tener una madre imperfecta, porque desde el amor, tú serás la mejor para ellos!
