Hoy escribo desde la indignación y la rabia. Mira que hay pocas cosas que me hacen enfadar en este mundo, porqué con el tiempo he aprendido a relativizar bastante las cosas y a darles la importancia justa (esto no quiere decir que a veces me neurotice).
Pues hoy estoy enfadada.
El 80% de las veces salgo a correr de noche, o sea, por la mañana, pero aún no se ha hecho de día. No lo hago por placer, sino que lo hago porqué me va mucho mejor para mi conciliación familiar y laboral.
Antes salía a las 5:15, y ahora salgo a las 6:30 (al teletrabajar Jordi, no tengo la obligación de estar en casa a una determinada hora para que él marche a Barcelona). Total, que la mayoría de mis zancadas las doy por el pueblo y por la noche.
Pues si hay una cosa que me revienta es que la gente, aprovechándose de la vulnerabilidad que da la oscuridad, o porqué soy mujer, o porqué voy con pantalones cortos, o porqué estoy sola, se acerque a ti y se crea en pleno de derecho de decir una sarta de chorradas, barbaridades, y en definitiva, faltas de respeto: “rubia, que piernas…”; “chica, yo te haría de todo…” y cualquier frase por el estilo. Para mí son un insulto. Lejos de ser piropos o palabras que valoren lo que haces cada mañana, son comentarios que te dejan una sensación de rabia y asco, que ni os cuento.
No sé en que derecho se piensan que están esas personas para hacer esas faltas de respeto. Porqué es lo que son: faltas de respeto! Y ellos (porqué lo siento mundo masculino, pero siempre son hombres) unos g* que no acabaré de decir por tener más respeto que ellos.
Este es un escrito hecho desde el enfado, y para empoderar a todas las chicas, a que continúen saliendo, de día, de noche, a caminar, pasear, solas, con la pareja o con amigas. Y que salgan sin miedo. También es para empoderar a los hombres, porqué sé que la mayoría de vosotros no sois así, que respetáis a la mujer, que la valoráis.
Es un escrito para que cada uno de nosotros pueda ir como quiera, en pantalón corto, o con mallas ajustadas, y sobretodo, que puedan ir donde quieran, PORQUÉ QUEREMOS CORRER PORQUÉ NOS GUSTA, NO QUEREMOS CORRER POR MIEDO.
