Esta temporada 2019 – 2020 empezó con un objetivo claro en mi vida de atleta popular: quería participar en la “Challenge de Medias Maratones” que organiza anualmente la Federació Catalana d’Atletisme junto a los chicos de Xipgroc.
La Challenge implica que debes realizar un mínimo de 6 medias maratones (de unas cuantas propuestas a elegir). Con el tiempo realizado en ellas, y la posición obtenida, se realiza una clasificación, tanto general como de categoría. Mi objetivo era conseguir estar entre las tres primeras chicas de mi categoría.
Además, desde el Ajuntament de Caldes fui nombrada, junto a otros nueve deportistas, Ambaixadora de l’Esport de Caldes, con lo que te proporcionan una ayuda para conseguir tus objetivos durante la temporada en curso.
La primera que realicé fue “la Marató del Mediterrani” (20/10/19), donde corrimos la media con mi compi de equipo Mercè, haciendo la Maratón por equipos. El tiempo no fue muy bueno. Empecé bien la primera vuelta, pero en la segunda me vine abajo, y los tres últimos quilómetros fueron agonizantes. El último km de la prueba es recorrer el Canal Olímpic, y recuerdo que antes de acceder a él, un chico me dijo, “tranquila, que no pasa nada si paras un poco y recuperas”, y era cierto, necesité 15” de parar, respirar, y volver de nuevo. La acabamos en 1:35:17, y quedamos segundas por equipos.

La segunda que realicé fue “La Mitja Marató de l’Espirall” (17/11/19). De nuevo la hice en pareja, pero esta vez con mi compañero de vida! Jordi es la mejor liebre que tengo, y aunque a veces me enfado con él porqué me hace llevar ritmos que me cuesta aguantar y me dice que soy una quejica, me gusta correr juntos y llegar a meta de la mano (y ver luego que el esfuerzo y sobrealiento ha valido la pena). La acabamos en 1:33:26 y quedé primera de categoría.

Acabé el año participando en “la Mitja Marató Ciutat de Vilanova” (15/12/2019), donde de nuevo fuimos con Jordi . Ahí ya iban mejorando sensaciones y tiempos, y aunque aún me encuentro lejos de los tiempos que hacía antes del embarazo, ahora me doy con un canto en los dientes si acabo la carrera habiéndola luchado, y sobretodo, si la he disfrutado. La acabé en 1:32:31.

Con el año nuevo, nos fuimos a “la Mitja Marató de Sitges” (12/01/20). Jordi continúa como fiel compañero y me marca los ritmos y los pasos. Pasamos el arco de meta en 1:32:44.

Al cabo de tres semanas llega “La Mitja” de Granollers. Esta es la mitja por excelencia. Fue la primera media maratón que realicé hace unos años, y por ser la que está más cerca de casa, la que más me gusta disfrutar. Pero aquel día no era bueno. Eloi no había pasado buena noche, yo me sentía muy cansada… y ya antes de empezar, tenía los ánimos por el suelo. Salí y empecé a correr, pero los pensamientos negativos no paraban de llegar a mi mente, y lo sufrí. Yo que siempre predico con “entrena tu mente”, aquel día, no pude, y recuerdo que incluso en el km 10, en plena rambla de la Garriga, tuve que parar a recuperar. Tenía flato y las piernas me pesaban. La acabé, pero la acabé como pude. Suerte tuve de que Jordi tiraba de mí y de mi mente. La acabé en 1:34:26.

A las dos semanas volvía a tener competición, “la Mitja Marató de Barcelona” (16/02/20). Aquí Jordi ya no me acompañó. Él tenía cada vez más cerca “La marató del Cap de Creus” y tenía que empezar a entrenar por montaña. Barcelona es única para correr, y esta carrera está muy bien para bajar tiempo. El recorrido es llano, sobretodo la segunda mitad, y si a eso le su más que por una noche Eloi había tenido clemencia, sale una buena carrera. Pasé el arco de meta en 1:31:50.

Con estas seis carreras ya tenía las mínimes para optar a premio, pero descontenta como estaba con dos de ellas, decidí hacer alguna más para compensar. Así que a las dos semanas me lié la manta a la cabeza y me fui para “la Mitja Colomenca”. Me habían dicho que era fácil y que era rápida… Y unas narices! Los primeros km en que callejeas por Santa Coloma ya hubiera querido plegar… pero luego, fui encontrando mi ritmo y sintiéndome cómoda, y acabé haciendo la última vuelta a la pista de atletismo (donde acaba) a 3:54m/km, y pegando un brinco. Así que acabé en 1:32:04.

Ya llevaba 7! Y los tiempos no estaban del todo mal… así que tenía opciones claras de optar a premio y me satisfacía haber hecho un buen papel como Ambaixadora de l’Esport. Quería hacer alguna media más para mejorar… pero de repente, el COVID19 se coló en nuestras vidas y todo paró… las carreras se empezaron a anular, y las zancadas se conviertieron en entrenos indoor…

Ahora que llevamos un mes y medio de nuevo por las calles, todo es una incertidumbre respecto a si continuará la Challenge, y de hecho, ahora mismo, continúa siendo una incógnita si pronto se volverán a hacer carreras, por lo que toca adaptar objetivos y adaptar nuestra mente a ellos. Lo mejor?, que sea con o sin dorsal, cualquier lugar es bueno para pegar unas zancadas y crear serotonina, conseguir el bienestar y sentirnos bien con nosotros mismos!